Que es el CRI y su importancia en la iluminación LED

¿Alguna vez te has preguntado por qué los colores en tu casa, oficina o tienda no son iguales bajo diferentes luces? La respuesta podría estar en un concepto clave que puede revolucionar tu percepción del color: el Índice de Reproducción Cromática (IRC). ¿No estás familiarizado con él? Estás en el lugar perfecto para descubrirlo.

¿Qué es el Índice de Reproducción Cromática (CRI)?

El Índice de Reproducción Cromática (CRI o IRC) es una métrica que mide la capacidad de una fuente de luz para reproducir los colores de manera fiel en comparación con una fuente de luz natural. Es decir, es una unidad que mide la capacidad que tiene una fuente de luz de reproducir los colores lo más parecido a como se verían bajo la luz del sol.

¿Cómo se calcula el CRI?

La herramienta que sirve para conocer el índice de reproducción cromática es el espectrocolorímetro o el espectroradiómetro. Este aparato mide los colores que emite una fuente de luz. Funciona descomponiendo la luz en sus diferentes colores y analizando cuánta energía tiene cada uno. Con esta información, el espectrocolorímetro puede decirnos con precisión cómo reproduce los colores una fuente de luz.

Este índice se expresa en una escala de 0 a 100, donde 100 representa la capacidad ideal de reproducción cromática, es decir, una reproducción de colores tan precisa como la luz natural.

¿Qué valores hay de CRI puede haber en una fuente de luz?

Para saber si la Reproducción cromática de una luminaria es la adecuada o no, podemos seguir estos rangos:

    • CRI>60 a CRI>80: Los colores pueden aparecer algo alterados o menos vibrantes bajo esta luz. 
    • CRI>80 a CRI>90: En este rango, la fuente de luz proporciona una buena reproducción de los colores. Los colores se ven naturales y bastante cercanos a cómo se verían bajo la luz natural. 
    • CRI +90: En este rango, la reproducción de colores es excelente. Los colores se ven vibrantes y naturales, casi como si estuvieran iluminados por la luz natural.

En resumen, cuanto mayor es el IRC, mejor es la capacidad de la fuente de luz para reproducir colores de manera fiel y natural. Un IRC de 80-90 es adecuado para la mayoría de los usos cotidianos, mientras que un IRC superior a 90 es ideal para aplicaciones donde la precisión en la reproducción del color es esencial.

CRI VS Temperatura de Color

Estos dos conceptos son importantes en el ámbito de la iluminación, pero no son lo mismo y es importante no confundirlos.

La Temperatura de Color describe cómo se ve el color de la luz, ya sea más cálida o fría, y se mide en grados Kelvin (K). Una luz cálida tiene una temperatura de color baja, alrededor de 2700K a 3000K, y crea un ambiente acogedor y relajante. Una luz fría, en cambio, tiene una temperatura de color alta, más de 5000K, y se ve más azulada, como la luz del día, siendo ideal para lugares donde necesitas mucha claridad, como en cocinas o oficinas.

Ejemplo Práctico

Imagina que estás en una tienda de ropa:

  • CRI: Un alto CRI te ayudará a ver los colores de las prendas tal como se ven bajo la luz natural, lo que es crucial para elegir la ropa con el color exacto que deseas.
  • Temperatura de Color: Dependiendo de si la tienda quiere un ambiente cálido y acogedor (luz cálida) o moderno y brillante (luz fría), elegirá una temperatura de color adecuada para crear esa atmósfera.

En resumen, mientras que el IRC te dice com de  bien una luz muestra los colores, la Temperatura de Color te dice si la luz se ve más amarilla (cálida) o azulada (fría). Ambos factores son importantes: el IRC para asegurar que los colores se ven correctos y la Temperatura de Color para crear el ambiente adecuado en un espacio.

Conclusión

En conclusión, el Índice de Reproducción Cromática (CRI) juega un papel fundamental en la forma en que percibimos los colores bajo diferentes fuentes de luz. Comprender y elegir adecuadamente el CRI de una iluminación puede marcar la diferencia entre colores vibrantes y naturales y una representación distorsionada de los mismos